Proceso fundamental en la elaboración de diversas piezas empleadas en múltiples industrias, el moldeo de caucho transforma este material de su estado bruto en productos a través de la aplicación de calor y presión en una cámara de metal. Existen distintos métodos para llevar a cabo este procedimiento. Los más recurrentes son los moldeos por compresión, por transferencia y por inyección. Cabe recalcar que el moldeo de caucho consiste en la creación de un producto utilizable a partir de elastómeros (polímero natural) o de caucho sin tratar. A continuación, explicaremos las características de cada uno de los métodos de moldeo de caucho mencionados.
1. Moldeo por compresión
Es el sistema más sencillo. El caucho no curado se pone directamente en un molde caliente, que es cerrado bajo presión hidráulica. Cuando se abre, la pieza es retirada. El exceso de material o rebabas debe eliminarse. Esta clase de moldeo se emplea en especial para compuestos de dureza media.
Entre sus ventajas están el bajo costo de las herramientas utilizadas, que es el idóneo para producciones pequeñas y que el material no tiene que pasar por puertas, canales de colada o correderas.
2. Moldeo por transferencia
En esta modalidad, el compuesto de caucho se introduce en el recipiente de transferencia de la herramienta de moldeo, ubicado entre la placa superior de esta y un pistón. Al cerrarse el molde, el pistón comprime el material y este se mueve a través de los canales de colada hasta la cavidad de moldeo.
Entre los beneficios de esta técnica pueden mencionarse el costo moderado de las herramientas empleadas, las piezas de precisión media y alta obtenidas, rebabas en escasa o nula cantidad y su flujo de cizallamiento, que genera calor y reduce el periodo de curado del caucho.
3. Moldeo por inyección
En este caso, el caucho no curado es introducido en el barril de inyección y calentado por un tornillo sin fin que es empujado hacia atrás cuando el material de caucho se acumula delante de él. Ya que el tornillo se mueve hacia atrás, el caucho es inyectado a alta presión en las cavidades del molde por una prensa. Después, el tornillo es impulsado hacia delante cuando el molde es cerrado a alta presión, lo que hace que el material entre en las cavidades del molde. El tornillo sin fin gira de nuevo para rellenar el barril de inyección una vez que el material es curado dentro del molde caliente.
Entre las ventajas de este método están la producción rápida de piezas, el mínimo desperdicio de material y su flexibilidad de diseño.
En Hultek estamos atentos a las necesidades de nuestros clientes a fin de determinar con toda exactitud qué producto se ajusta mejor a sus requerimientos específicos y qué métodos resultan los más adecuados para cubrir los estándares de su industria.