La calidad de los procesos manufactureros define la durabilidad y funcionalidad de las piezas para su correcto funcionamiento en las diversas industrias.
Contar una certificación que avale estos procedimientos garantiza que la implementación de los sistemas de gestión de la manufactura y de servicio al cliente se llevan a cabo de manera correcta.
En el caso de la industria del hule, las normas ISO o de diversos grupos internacionales reconocen que una planta de trabajo lleva a cabo correctamente sus procesos de transformación de caucho para crear piezas dentro de la cadena de proveeduría de, por ejemplo, piezas automotrices, aparatos electromecánicos, industria médica, petroquímica entre otras.
¿Qué distingue a una empresa certificada?
Las certificaciones son realizadas por terceros, es decir, inspectores que tienen parámetros internacionales con los que evalúan los procedimientos de manufactura de las plantas de trabajo.
Esto implica la evaluación de todos los pasos de transformación de la materia para que el producto final sea una pieza de calidad.
Durante el procedimiento de certificación las industrias pueden cambiar sus parámetros de manufactura, servicio al cliente, gestión de riesgo o todo lo que el inspector señale para que cuenten con un estándar de calidad internacional.
Con esta evaluación la industria obtiene lineamientos del más alto estándar para garantizarle a sus clientes que sus servicios son de carácter internacional.
Estas son las certificaciones que necesitas conocer
Aunque las certificaciones varían por el tipo de actividad que se realiza cada sector, en el caso de la industria del hule, la Norma: ISO 9001:2015 y la IATF 16949 son ideales para ratificar que los procesos manufactureros y de satisfacción al cliente se llevan a cabo de manera correcta,
La Norma ISO 9001:2015 se basa en un modelo de sistema de gestión que permite asegurar que una planta de trabajo cumple con la capacidad para proveer sus servicios y garantizar la satisfacción del cliente.
Por ejemplo, durante la auditoria para otorgar esta certificación se corrigen los sistemas de gestión de insumos para reducir costos; se evalúan los métodos de transformación de la materia con el objetivo de detectar errores y corregirlos, además de establecer un esquema donde se pueda visualizar cuál es el procedimiento de cada planta.
Mientras que la IATF 16949 es una certificación que se centra en la mejora continua de los procesos de trabajo para aumentar la satisfacción del cliente y reducir los riesgos en planta
Algunas acciones que realizan las industrias con este sello son la evaluación de sistemas de producción, capacitación constante y transparencia en sus procedimientos de trabajo.
Las normas y certificaciones en la manufactura establecen estándares rigurosos y aseguran el cumplimiento normativo, fomentando prácticas responsables dentro del sector.
Por todo lo anterior, las grandes armadoras de diferentes sectores deben apostar por una proveeduría certificada, aunque se trate de aquellos que ofrecen micropartes y se establecen en el inicio de la cadena de suministros.