También conocidas como o-ring, las juntas son piezas que forman parte de diversas máquinas y electrodomésticos. Se colocan entre dos superficies y su propósito es mantenerlas unidas. La flexibilidad es una de sus características fundamentales. Para su fabricación, los materiales seleccionados deben responder a factores como altas temperaturas, productos químicos (ácidos o alcalinos) y grandes presiones; por ello, el caucho, el silicón y el PTFE son recurrentes en su elaboración. La principal función de las juntas es garantizar la estanqueidad, es decir, la capacidad de evitar que elementos externos (agua, aire o polvo, por ejemplo) se introduzcan a una pieza, circuito o habitáculo.
Los siguientes son los principales beneficios del uso de las juntas:
- Disminución de ruido
- Reducción de vibraciones
- Higiene
- Solidez en soportes y montajes
Gracias a que brindan seguridad y solidez, las juntas se emplean en trenes, aeronaves y embarcaciones, bombas, tuberías, equipos eléctricos, maquinaria, válvulas, etcétera.
Las juntas previenen fugas de fluidos, ya sean líquidos o gases, lo mismo si se trata de tuberías a gran escala o de pequeñas piezas de maquinaria. Esto evita afectaciones a máquinas e instalaciones donde el escape de un fluido peligroso puede poner en grave riesgo su seguridad. Asimismo, las juntas en buen estado sellan uniones entre aplicaciones industriales, tanto neumáticas como hidráulicas, lo que resulta fundamental con el objetivo de minimizar posibles deterioros en las máquinas debido a la fricción de componentes durante su funcionamiento.
Estas son algunas medidas útiles para evitar fugas de fluidos en máquinas y tuberías al instalar una junta:
- Comprobar la estanqueidad haciendo circular un líquido inofensivo (agua). Este paso resulta imprescindible a fin de garantizar la seguridad
- Instalar elementos (reforzadores) para optimizar la adhesión de las juntas
- Seleccionar el tamaño y material correctos de la junta. Cabe resaltar que, según el lugar donde se ubique, esta debe soportar condiciones específicas (diferentes niveles de presión, acidez o alcalinidad, temperatura interior y exterior, etcétera)
- Determinar con precisión la fuerza requerida para instalarla
- Limpiar la junta y su superficie adecuadamente a fin de asegurar su adherencia
- Lubricar tanto la junta como sus superficies. El lubricante debe ser el recomendado para los materiales que se utilizarán; de no ser así, la junta puede resultar dañada a causa de una reacción química
- Emplear las herramientas apropiadas con la finalidad de acertar y calibrar durante el montaje
- Elegir el sellador de acuerdo a los materiales de que se trate
Al seguir estas recomendaciones sobre las juntas, las posibilidades de que se registre una fuga de fluidos, tanto líquidos como gaseosos, se verán drásticamente reducidas y el nivel de seguridad de máquinas e instalaciones será mayor.
