Aunque en las diversas industrias, como la automotriz, aeroespacial, de electrónicos, entre otras, hay especificaciones técnicas para que las piezas de hule sean compatibles con la mayoría de los equipos, el avance de la tecnología tiene como consecuencia que cada modelo tenga requerimientos propios.
Por ejemplo, las juntas, sellos o amortiguadores que se usan para vehículos urbanos no son compatibles para los modelos deportivos, aunque ambos sean de combustión interna, incluso si son del mismo fabricante.
Lo mismo sucede con otros aparatos, como electrónicos y electrodomésticos, que cada vez son más tecnológicos y con inteligencias integradas para funcionar en conjunto con redes del hogar.
Es por eso que antes de solicitar una producción en masa de piezas de hule para las industrias es necesario construir y diseñar prototipos, para que sean compatibles con los nuevos modelos, pero, ¿cómo es este proceso?
Lo primero que se suele hacer es investigar las especificaciones más detalladas del artículo donde se instalará la pieza de hule.
Esto implica conocer las condiciones de funcionamiento, los requisitos de resistencia química, temperatura, presión y otros factores relevantes.
Posteriormente, el laboratorio de diseño crea un boceto basado en los requisitos identificados durante la etapa de investigación. Esto incluye la determinación de la geometría de la pieza, el tipo de material de hule, así como los procesos de fabricación y las tolerancias necesarias.
Una vez que se establece el diseño conceptual, se procede al modelado utilizando software por computadora (CAD). Durante esta etapa, se refinan los detalles y se crean simulaciones para revisar que todo esté en orden.
Hasta este punto, la pieza de hule ha sido trabajada casi en su totalidad por imágenes digitales, ahora resta seleccionar el tipo de aleación o insumos que se deben usar para la fabricación.
Esto es vital, ya que cada tipo de hule tiene propiedades diferentes como mayor resistencia a la abrasión, compresión, temperatura y compatibilidad química con el entorno de aplicación.
Una vez que se tiene el insumo, este se aplica al diseño digital para hacer el primer prototipo, el cual puede ser manufacturado por impresión 3D o con algún molde especializado.
Si esta pieza pasa las pruebas de carga, temperatura y entorno se le entrega al cliente para que también haga una evaluación y decida si se hace en serie o si se requieren mayores pruebas o correcciones sobre este diseño.
Contar con el equipo y procedimientos adecuados para un diseño y creación de prototipos puede prevenir errores cruciales en la producción en masa, como tamaños o medidas incorrectas, así como incompatibilidad de insumos.
Es por eso que antes de hacer un pedido de gran volumen es necesario analizar con el proveedor la viabilidad y la capacidad que tiene el mismo proveedor de llegar al resultado deseado.
